Cómo Estimular la Creatividad de Tu Hijo
La creatividad es el condimento de la vida… ¿no es lo que dice el refrán? Quizá no exactamente, pero la creatividad es una habilidad vital e importante dada por Dios. El poder tener nuevas ideas y pensar fuera de la caja son habilidades importantes en la vida. Los padres están ansiosos por alentar a sus hijos a desarrollar su creatividad, y con mucha razón. Así que, ¿cómo ayudar a desarrollar el potencial creativo de los niños? Sigue leyendo cinco consejos útiles para desarrollar la creatividad en tu hijo.
1. No aplastes la creatividad
El término desarrollando la creatividad es un poco inapropiado. La realidad es que los niños nacen con una fuerte habilidad creativa que se dearrollara con bastante naturalidad si no se obstaculiza. El problema es que, a menudo reprimimos su creatividad al seguir las prácticas comunes de hoy en día respecto a la crianza y educación de los hijos.
La creatividad no se enseña fácilmente, pero puede florecer fácilmente si se lo permitimos. No puedes darle a tu hijo una clase de cómo ser creativo, pero puedes llevarlos afuera y permitirles jugar. No puedes decirle a un niño exactamente como encontrar soluciones creativas a un problema, pero los puedes involucrar en los problemas diarios y permitirles pacientemente desarrollar e intentar soluciones creativas – aun si sabes que esas soluciones no van a funcionar. No puedes forzar la creatividad, pero puedes darles tiempo y espacio para desarrollarla.
Pasa tiempo trabajando y jugando con tu hijo en las actividades diarias. La resolución de problemas en los sencillos quehaceres alrededor del hogar es uno de los ambientes más efectivos para que crezca la creatividad de un niño. Escucha y aprecia las sugerencias e ideas de tu hijo. Hazle preguntas a tu hijo- preguntas de la vida real que los anime a pensar. Con un poco de ánimo, espacio, y tiempo, la creatividad natural de un niño florecerá.
2. Evita los medios
El teléfono inteligente o la tableta puede ser una niñera fácil, pero es posiblemente el mayor asesino de la creatividad en la vida de los niños hoy. La gran masa de ciencia que enseña los daños del uso de los medios está fuera del alcance de este corto artículo, pero podemos concluir de manera lógica que esos medios obstaculizarán enormemente la creatividad aún sin ahondar en la ciencia.
Un niño jugando con algunos juguetes sencillos o con objetos de la vida real deben usar su propia imaginación y creatividad mientras juega. Un bloque de madera empujado sobre la tierra se convierte en una poderosa (¡y ruidosa!) excavadora en la mente de un niño de 6 años de edad, y el cielo es el límite para las variaciones de ropa que un niño de 3 años le puede poner a su oso de peluche favorito. Sin embargo, en una pantalla de video, no hay necesidad de imaginar la excavadora, y la ropa en las caricaturas y programas de títeres que el niño de 3 años de edad ve ya han sido creados. No hay necesidad de usar la imaginación o la creatividad- únicamente la recepción pasiva de lo que otros ya han imaginado. El Dr. Nicholas Kardaras, mundial mente conocido como especialista de adiciones e investigadores sobre los efectos de los medios, explica bien el problema:
“El cerebro de los niños se desarrolla durante ventanas claves de desarrollo cuando se involucra su imaginación activa en cosas como juegos creativos. Durante estas ventanas el cuerpo construye las mayores conexiones neuronales. Los niños que son solamente estimulados pasivamente por una pantalla brillante no tienen que hacer el trabajo pesado neuronal para crear esas imágenes. Las imágenes son proveídas para ellos, por lo tanto, se retrasan sus propias habilidades creativas.” Dr. Nicholas Kardaras [1]
3. Sal del salón de clases
Desafortunadamente, la metodología más convencionales utilizadas en las escuelas modernas son poco propicias para el desarrollo de la creatividad. En nuestros esfuerzos para desarrollar, enseñar, y cuantificar la creatividad, usualmente terminamos dañándola.
Hace algunos años atrás, la NASA decidió desarrollar un test de creatividad. Ellos necesitaban medir el potencial de creatividad de sus científicos e ingenieros de cohetes. Esto no fue una tarea fácil, sin duda alguna. ¿Cómo se puede medir la creatividad en una prueba? Pero los dos científicos asignados a este problema – Dr. George Land y Beth Jarman – desarrollaron una excelente prueba que media el pensamiento divergente, que es la habilidad de considerar un problema particular y desarrollar múltiples soluciones. Nos referimos usualmente a esto como pensar fuera de la caja, o solución de problemas.
Después de satisfacer la necesidad de la NASA de medir la creatividad de sus científicos, Land y Jarman sintieron curiosidad por estudiar más acerca del desarrollo de la creatividad. ¿De dónde viene? ¿Qué tan temprano se desarrolla? ¿Es algo genético o se desarrolla por la experiencia? La prueba que desarrollaron es en realidad muy simple, así que decidieron aplicarla a algunos niños. Ellos probaron 1,600 niños entre los 4 y los 5 años de edad.
Para su sorpresa, ¡el 98% de los 1,600 niños calificaron como genio creativo! ¡Estos niños, entre los 4 y los cinco años de edad, eran más creativos que los científicos de cohetes de la NASA! ¿Acaso estos niños eran de alguna forma únicos? Decidieron convertir el estudio en un estudio longitudinal y probar a estos mismos niños cinco años después.
A la edad de 10 años, después de asistir aproximadamente cinco años a la escuela, ¡solo el 30% de los niños calificaron en la categoría de genio creativo!
A la edad de 15 años, solo el 12% de este mismo grupo de 1,600 niños calificaron como genio creativo.
En la misma prueba aplicada a los adultos, se descubrió que sólo el 2% podían ser considerados genio creativo.
Los resultados son perturbadores, y las implicaciones son importantes. Las escuelas no están haciendo un buen trabajo al desarrollar la creatividad. De hecho, parece ser que la mejor manera de continuar siendo creativo es evitar el sistema de escuelas modernas por completo. Para ser claros, esto no es una crítica a todos los maravillosos maestros que dedican tanto tiempo y esfuerzo para ayudar a sus estudiantes. Pero incluso muchos maestros estarán de acuerdo en que el sistema puede ser mejorado. El sistema está diseñado para decirles a los niños que leer, decirles que estudiar, y decirles qué hechos deben estudiar. Pasan sus días absorbiendo lo que otros han desarrollado, empacado en piezas del tamaño de un bocado, y alimentados a través de la instrucción de sus maestros. Tampoco se requiere de creatividad alguna en la aplicación de la información, al regurgitar lo que aprendieron en un examen – el mismo examen que todos están tomando. En resumen, la escuela enseña a los niños qué pensar y cómo pensar y les da un espacio muy pequeño para la verdadera creatividad, imaginación, y pensamiento divergente.
Permite a tu hijo algún aprendizaje fuera del libro de texto. La mayoría de las lecciones de vida más importantes son las que se aprenden fuera del salón de clases, mientras tu hijo pasa tiempo contigo – cocinando, lavando la ropa, limpiando la casa, trabajando en el jardín, y haciendo otras tareas diarias. Estas tareas prácticas de la vida les provee interminables oportunidades a los niños para resolver problemas de una manera apropiada a su edad y habilidad. Descifrando cómo doblar una playera puede ser un gran reto y oportunidad para desarrollar la creatividad de un niño pequeño, haciendo una nueva receta puede expandir la mente de un niño mayor, y manteniendo los parásitos fuera del jardín puede ser un estímulo perfecto para la creatividad de un adolescente. El cielo es el límite cuando los niños están fuera del salón de clases.
4. Ve más despacio
La vida es ocupada, y parece estar volviéndose más ocupada, y nuestros niños están pagando el precio. Las tasas de ansiedad y otras medidas de estrés se han elevado en los niños en años recientes. El estrés es un asesino seguro de la creatividad, ya que el cerebro apaga las áreas “extras» para favorecer el enfocarse en sobrevivir. La vida de los niños están atiborrada de actividades – escuela, tareas, lecciones de música, deportes, etc. Con tantas actividades pre-programadas en sus horarios, los niños no tienen tiempo para ser creativos. ¿Dónde está la oportunidad de detenerse y observar las aves cuando el paseo por la naturaleza está programado para solamente una hora y luego deben apresurarse a la siguiente actividad? ¿Dónde está el tiempo para imaginar que el bloque de madera es una excavadora cuando no hay tiempo para jugar en la tierra? Los niños necesitan tiempo para explorar, resolver problemas, reflejar, y pensar.
Sé paciente con tu hijo y permítele espacio para explorar, descubrir, e incluso ensuciarse un poco. Toma tiempo para conversar y responder los millones de preguntas que tienen – al alentarles a hacer preguntas también alienta su creatividad. Sé flexible y permite algunas variaciones en los planes y horarios si se presenta alguna oportunidad para aprender o desarrollar la creatividad. Reconoce sus esfuerzos al resolver una tarea o problema – incluso si no tiene éxito.
5. Ve afuera
Como una alternativa perfecta a la del ambiente de decirles-qué-pensar de una clase, el aire libre les provee a los niños una oportunidad de desarrollar el potencial creativo a través de la exploración. Numerosos estudios han encontrado que los niños que pasan tiempo regular y significante en la naturaleza son más creativos. La naturaleza les provee actividades con un número ilimitado de variantes. Mientras que un juguete manufacturado usado en el interior le da a un niño únicamente un número de usos determinados, al aire libre un simple palillo puede ser una herramienta para excavar un agujero, un miembro de encuadre para un tipi, algo para tirar, un puente para que las hormigas crucen un charco, y la lista continúa. Un artículo de Greater Good Magazine, publicado por UC Berkley, dice “… la naturaleza proporciona un rico tapiz de ‘partes sueltas’ – palillos, piedras, barro – que fomentan el juego simulado y la exploración, creatividad y solución de problemas.” (Lee otros beneficios más de la naturaleza en nuestro artículo reciente Algunos Beneficios de la Naturaleza para los Niños.)
Además de permitir que jueguen libremente y exploren afuera, pasa intencionalmente tiempo con tus hijos y busca momentos para enseñarles. Da un paseo por los bosques y hablen juntos. Haz preguntas y deja que hagan preguntas acerca de lo que ven y escuchan. Construyan un fuerte juntos, jueguen a las escondidas, corran y salten, y disfruta ser un niño con tus niños. Conectaras sus corazones con el tuyo, desarrollarás su creatividad, y tal vez ¡te volverás más creativo!
Referencias: